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Los caprichos de Julie Delpy

Un espacio sin críticos, sólo libros, películas y música conectados así nomás, como toda cosa.

mes

abril 2014

Hacia rutas salvajes – En el camino

Hacia rutas salvajes (Into the wild), Sean Penn. EEUU, 2007.
De todo lo escrito yo amo sólo aquello que alguien escribe con su sangre. Escribe tú con sangre: y te darás cuenta de que la sangre es espíritu, dice Zaratustra. ¿Y qué es escribir con la sangre sino vivir? ¿Qué tipo de escritura es ésa? He aprendido a andar: desde entonces me dedico a correr. He aprendido a volar: desde entonces no quiero ser empujado para moverme de un sitio. Ahora soy ligero, ahora vuelo, ahora me veo a mí mismo por debajo de mí, ahora un dios baila por medio de mí, continúa Nietzsche en la voz de Zaratustra. ¿Es tal vez una escritura que empuja a viajar? ¿Qué tipo de viaje hay que emprender para que un dios baile a través nuestro? ¿Será necesario introducirse en caminos salvajes, recorrer el desierto, enfrentarse al espejo de la naturaleza que no deja de mostrarnos nuestra propia violencia para encontrarnos con con nosotrxs mismxs? Into the Wild, también conocida como Hacia rutas salvajes, Camino salvaje o como Aventura en Alaska, es una película estadounidense con guion y dirección de Sean Penn del año 2007 y está basada en el libro homónimo de Jon Krakauer escrito en 1996. Cuenta con un elenco notable: Emile Hirsch como Christopher «Alexander Supertramp» McCandless, Marcia Gay Harden como Billie McCandless, William Hurt como Walt McCandless, Jena Malone como Carine McCandless, Catherine Keener como Jan Burres, Vince Vaughn como Wayne Westerberg, Kristen Stewart como Tracy Tatro, Hal Holbrook como Ron Franz.
El film dirigido por Penn cuenta la historia de Christopher McCandless, un joven norteamericano que en 1990, tras terminar sus estudios universitarios decide emprender un viaje huyendo de todo aquello de lo que reniega. La familia y la sociedad en la que vive son cuestionadas por Christopher, quien está obsesionado con llegar a Alaska. Durante dos años andará por la tierra sin nada más que un escaso equipaje y los libros de sus autores preferidos: Tolstoi, Jack London, Thoreau, intentando ser un viajero de lo estético y hacer del camino un hogar, perdiéndose en la salvaje naturaleza, alejándose de la civilización que tanto dolor le ha causado en su hipocresía y violencia. La narración se estructura en capítulos en los que se establece un paralelismo en la vida de un ser humano y el viaje que emprende. Así, en la adolescencia veremos la rebeldía y la aventura hacia lo desconocido que se idealiza pleno de libertad; con la madurez encontraremos a un joven que entiende que para vivir, incluso en soledad, es necesaria la organización del tiempo y de los materiales y la planificación para concretar esa vida; luego el encuentro con la familia, la elegida, la que ha hecho en el camino, huyendo de aquella que no puede perdonar; y en la vejez de su juventud, la obtención de sabiduría, aquella que sólo se obtiene andando, escribiendo la propia vida, sabiendo que esa escritura tiene un final. “Si quieres algo estira los brazos y tómalo” le dice Chris a la adolescente que se enamora de él antes de despedirse de ella, para siempre. Chris no sólo lo toma, lo exprime, lo lleva al límite: obtener algo puede costar la propia vida. Pero él se inventa un camino y un nombre: Alexander Supertramp, otro de los modos de deshacerse de la herencia social. Nombrarse a sí mismo como para elegirse a sí mismo, ¿para ser dios? ¿Es posible ser dios para un ser humano? ¿Es posible soportar tanta soledad? Hay una verdad que se le revela en la lectura de los libros que ama, mientras escribe su diario. Hay una verdad que busca y que llega en soledad: la felicidad –ese destello– cuando ocurre, necesita ser compartida. Una verdad que escribirá con su propia sangre.

En el camino (On the road), Walter Salles. EEUU, 2012.
Encuentros, desencuentros y caminos para encontrarse es lo que relata la película de Walter Salles siguiendo la linealidad del libro de Jack Kerouac, “En el camino”. Son los años de rutas por Estados Unidos y finalmente México que comparten Sal Paradise y Dean Moriarty, entre otros personajes que se cruzan y se encuentran entre jazz, drogas de todo tipo, sexo y caminos. No hay un lugar al que se dirigen porque “En el camino” es el relato de la búsqueda, de la búsqueda espiritual por encontrar las respuestas, los saberes, las verdades que se han ocultado y que nos han traído a esta pseudorealidad negada por los personajes.
Personajes que formaron el movimiento beat estadounidense y que despotricaron contra todos los parásitos que se encontraron avanzando por su cuerpo. Sal Paradise es Jack Kerouac. Dean Moriarty es Neal Cassady. También están Allen Guinsberg (Carlo Marx) y William Burroughs (Old Bull Lee). Y sus novias, y sus padres, y los que fueron apareciendo en el camino. Entre escrituras y lecturas, Sal y Dean ven nacer, crecer y decaer su amistad basada en la admiración obnubilante, para finalmente perderse entre los senderos de sus vidas, no sin extrañarse.
“En el camino” de Salles es el relato de sus días, pero carece de las razones para contar ese relato de sus días que se pueden leer en el libro de Kerouac. Como manifestaciones artísticas, ya está claro que son dos elementos diferentes que bien pueden analizarse (y algunos hasta indican que es la única manera de hacerlo) autónomamente, pero si en algún momento la película se vuelve aburrida por la falta de predestinación, no es necesariamente porque los espectadores estamos acostumbrados a ese cine predestinado, sino porque faltan los motivos para tanto viaje. Y Kerouac se encarga de explicitarlos, de justificar sus pasos, porque no viaja sólo por viajar, viaja porque esa realidad que le han presentado no le pertenece, reniega de esa realidad y busca respuestas. Algunas de sus búsquedas son explicitadas en la película, como la experimentación con las drogas, la idealización de sus amistades que parecen saber todo de todo, el nomadismo imperante que niega al sedentarismo del sistema impuesto, la música y el alcohol. Esos elementos están presentes, pero no son los únicos.
La generación Beat, como muchos jóvenes estadounidenses de fines de la década del 40 y principios del 50, estaba “en medio de una crisis de identidad premonitoria de una depresión nerviosa para el conjunto de los Estados Unidos”, como indica Allen Guinsberg en 1976 al prologar “Yonqui” de Borroughs. Esa crisis que se extenderá hacia otros jóvenes, y otras masas y grupos y generaciones (que así les gustó llamarse) se extenderá hasta finales del 60, y de ahí nacería el hipismo, el rock, corrientes neofeministas, de liberación sexual, los movimientos estudiantiles, el mayo francés. Jóvenes de todas partes del mundo buscando su identidad.
La generación Beat creía en la búsqueda espiritual del viaje, no sólo por viajar, sino por descubrir en lo desconocido aquello que se ha ocultado, que se ha acallado. Por eso buscaban las raíces espirituales en los pueblos originarios, en sus tradiciones, en el uso de las drogas y la liberación sexual. Kerouac le hace decir a uno de sus personajes: “Lo que siempre me ha gustado, Sal, de los indios de las praderas era el modo en que siempre se mostraban embarazados al jactarse del número de cabelleras que habían cortado”. Lo sabían todo de los indios: leían, experimentaban, investigaban, y compartían cada una de estas prácticas. Esta búsqueda que no se muestra en la película es fundamental para reconocer el valor de esos viajes.
Por eso también viajan a México, y por eso México es tan importante para las búsquedas espirituales de los yanquis. Incluso en “Un mundo feliz” de Huxley, México es la tierra que no ha cortado a fondo con sus raíces. O lo era, al menos. Tal vez por contraste, en México no sólo hay más libertades o posibilidades para la experimentación, sino que el capitalismo imperante estadounidense parece no haber hecho mella del todo, y lo que se considera progreso todavía no está allí. El camino que Sal y Dean hacen en el libro de Jack Kerouac es un camino contra ese nervio que lo ha dominado todo, y que piensa sostenerse -y está armado para que así sea- sobre los hombros de esa juventud y de todas las que vendrán: “Esos hijoputas han inventado unos plásticos con los que podrían hacer casas que duraran para siempre (…) Y lo mismo la ropa. Pueden fabricar ropa que dure para siempre. Prefieren hacer productos baratos y así todo el mundo tiene que seguir trabajando y fichando y organizándose en siniestros sindicatos y andar dando tumbos mientras las grandes tajadas se las llevan en Washington y Moscú”. Nada de esto se dice en la película, y así las partidas desde Denver hacia todos lados son poco más que un viaje de jóvenes buscándose a sí mismos. Es más grueso que eso el rollo, se trata de un grito en el cielo, de un aullido enorme, como luego lo diría Guinsberg en ese poema que le grita a todo para empezar de cero.
Sin embargo, la película es una buena narración de unos meses en la ruta de Sal y Dean, hasta que finalmente se desencantan, uno más que el otro quizás, y les queda la experiencia de esos días y de todo lo que han vivido y se han dicho y han visto y sentido. La música de Santaolalla (que parece tener un gusto por las rutas, los páramos deshabitados y el campo) y la composición de la imagen (con predominio del sepia) registran cierta reminiscencia de las largas horas de desvelo del autor por contar aquello que estuvo buscando, ese relato que llamó “En el camino”.

Programas marzo-abril 2014

Cuanto más familiar es el acontecimiento, mayor es su capacidad de sorpresa. La sorpresa radica en la posibilidad de redescubrir el mundo.

John Berger en «Cada vez que decimos adiós».

140322

 

22 de marzo 2014:

El último Elvis – Vivir es fácil con los ojos cerrados.

 

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 140329

29 de marzo 2014:

La historia oficial – No.

 

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140405

 

05 de abril 2014:

Las horas – Mis tardes con Margueritte.

 

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Cinema, movimiento: no porque veamos cosas que se mueven en el cine, sino porque el film es un puente aéreo entre distintos tiempos y lugares.

John Berger en «Cada vez que decimos adiós».

140412

 

12 de abril 2014:

Cría cuervos – Tacones lejanos.

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140419

 

19 de abril 2014:

Le Skylab – Agosto.

 

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140426

 

26 de abril 2014:

Poesía – Historias mínimas

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Escenas – Como agua para chocolate

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«La cebolla tiene que estar finamente picada. Le sugiero ponerse un pequeño trozo de cebolla en la mollera con el fin de evitar el molesto lagrimeo que se produce cuando uno la está cortando. Lo malo de llorar cuando uno pica cebolla no es el simple hecho de llorar, sino que a veces uno empieza y ya no puede parar»Imagen.

Tita. En «Como agua para chocolate» de Alfonos Arau.

26 de abril de 2014 – Programa 6

Parte 1:

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Parte 2:
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140426

Parte 1:
Fragmento de «Con esta boca, en este mundo», Olga Orozco.

Gustavo Cerati – Cosas imposibles

Película: Poesía [Shi] (Lee Chang-dong).

Sui Generis – Un hada, un cisne

«La abuela» de Olga Orozco.

Palo Pandolfo/Ariel Minimal – La búsqueda de la estrella [Spinetta]

Fragmento de «Cartas a un joven poeta» de Rainer Maria Rilke.

Sinetta/Páez – Cuando el arte ataque
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Biopic: Pier Paolo Pasolini.

The Velvet Underground – Oh! Sweet Nuthin’

«Al príncipe» de Pier Paolo Pasolini.

In a world: secuelas pochocleras.

The Fratellis – Chelsea Dagger
The Black Keys – Howlin’ for You
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Parte 2:

Los Caballeros de la Quema – Qué pasa en el barrio

Película: Historias mínimas (Carlos Sorín)

Fito Páez – Ahí voy
Fabiana Cantilo – Amanece en la ruta [Suéter]

«Un paseo imprevisto» de Franz Kafka.

Ricardo Iorio – Imágenes fugaces [La moto]
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«La muerte del poeta», de Rainer Maria Rilke.

Roxana Amed – Durazno sangrando [Spinetta]
Café Tacvba – Las flores

Caprichos de la semana: agenda cultural.

Mavis Staples – Wrote a Song for Everyone [Creedence]

Fragmento de «Una temporada en el infierno» de Arthur Rimbaud.

Leonard Cohen – Everybody Knows

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Biopìc: Pier Paolo Pasolini

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Pier Paolo Pasolini nació en Bolonia, Italia, en 1922 y murió asesinado en 1975. Fue un escritor, poeta y director de cine.
Pasolini comienza a filmar cuando ya era una figura polémica en Italia de los 50. Escribe y publica poemas, ganando reconocimientos en los ambientes literarios. Tras ser acusado de corrupción de menores y actos obscenos se aparta del Partido Comunista Italiano. Esta persecución a su homosexualidad lo seguirá hasta su muerte.
La relación amor-odio con el Partido Comunista Italiano es crucial para entender su obra cinematográfica, compuesta por películas que, en su mayoría, son adaptaciones de la literatura, como “El evangelio según san Mateo”, “Medea”, “El Decamerón”, “Los cuentos de Canterbury”, “Las mil y una noches” y “Saló o los 120 días de Sodoma”, su última película antes de ser asesinado. En sus films buscó que el espectador encuentre en las imágenes una traducción del mundo, las verdades detrás de las apariencias. Filmó con actores no profesionales, y en sus pueblos recreó las historias que quería contar, con una mirada profunda y crítica sobre su entorno.
Amante de la poesía de Rimbaud, Passolini publicó además poesía, narrativa y ensayos, como “La divina mímesis”, “Amado mío” y “Poesía en forma de rosa”.
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Textos literarios 22/03/14-19/04/14

Primera entrega de algunos de los textos literarios que compartimos en «Los caprichos de Julie Delpy».

 Programa 1 – 22 marzo 2014

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Fragmento de “La viajera y sus sombras”, Victoria Ocampo

Escribir las impresiones de un viaje que sólo ha durado 5 meses por un país inmenso es cosa peligrosa. Esas impresiones pueden tener poco que ver con la realidad, pero no olvidemos que hay maneras distintas de conocimiento, aplicables a los países como a los seres humanos. Sucede con bastante frecuencia que la primera impresión recibida de una persona sea justa. Sin embargo, cuando luego tenemos ocasión de ver y oír a menudo a esa persona, parecería como si nos hubiésemos equivocado. Una nueva impresión, que es probablemente la que la persona en cuestión trata de dar de sí misma, consciente o inconscientemente se superpone a la primera. Y con el correr del tiempo suele ocurrir que desechamos esta segunda impresión para volver a la primera. El impacto del primer encuentro nos había revelado a fin de cuentas más verdades que las que los juicios posteriores a esa intuición pretendían ofrecernos. No niego que la experiencia contraria pueda darse y debe depender mucho de los temperamentos.

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Programa 2 – 29 marzo 2014

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Fragmento de “No han cambiado y son otros”, Olga Orozco.

Mi abuela fue una hechicera blanca que heredó en cada piedra un altar de los druidas
donde oficiaba a medias con la luna sus ceremonias blancas.
Encendía las lámparas de un soplo,
bordaba las historias más hermosas con las hebras más largas del invierno
y evaporaba brujas tan sólo con mondar sin miedo una naranja.
(…)

Mi madre fue una reina que trocó sus dominios en la tierra por un lote en el cielo,
un pequeño lugar para erigir de nuevo la casa y la familia.
Se habrá cumplido el pacto, porque tenía el don de acatar e imponer hasta el final,
como una quemadura, la ley de la palabra.
(…)

Mi padre fue un incrédulo rey mago que llegó a nuestro sur siguiendo la otra cara de su estrella.
(…)
Sus manos no estaban hechas para asir;
eran manos de palmas hacia arriba ofrenciendo la perla del milagro a los esperanzados y a los desposeídos.
(…)

Ellos vuelven y ocupan sus lugares junto a estas ventanas, esta mesa, este lecho;
vuelven con grandes trozos de paredes y muebles y paisajes disueltos
y construyen con extraños escenarios que intercalan a través de los años.

No han cambiado y son otros:
compartieron conmigo los fulgores y los rasguños de este lado.
No han cambiado y son otros:
una opaca polilla, un objeto que cae, la rama que golpea contra el vidrio,
este frío que corre por mi cara.
Es posible que intenten como yo la aventura de violentar el tiempo,
de mezclar las barajas del presente, del porvenir y del pasado.
No han cambiado y son otros.
No es museo de cera la memoria.

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Programa 3 – 05 de abril 2014

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Fragmento de “La peste” de Albert Camus.

Oyendo los gritos de alegría que subían de la ciudad, Rieux tenía presente que esta alegría está siempre amenazada. Pues él sabía que esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no muere ni desaparece jamás, que puede permanecer durante decenios dormido en los muebles, en la ropa, que espera pacientemente en las alcobas, en las bodegas, en las maletas, los pañuelos y los papeles, y que puede llegar un día en que la peste, para desgracia y enseñanza de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad dichosa.

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Programa 4 – 12 de abril

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Fragmento de “La traición de Rita Hayworth” de Manuel Puig.

– ¿Era el marido? Divina estaba, con una silueta delgada, un traje negro ajustado y la expresión de mujer enamorada, contenta de ir a verlo, que hace mucho que no lo ve: un hombre fino, inteligente, delicado. Y no hay como estar bien vestida, una parece otra. Porque una será lo que será, tendrá el busto caído, o tendrá barriga, que yo no tengo nada, la cuestión es que con un vestido bien cortado que tape los defectos una mujer queda regia, y ya no es una mujer cualquiera.

– No, no es eso lo principal, yo no estoy de acuerdo con vos, Mita, perdóname. ¡Que sea interesante! no hay que dejar de ponerse sombra en los ojos.

– No, pero atrae más, parece que oculta un pasado ¿De dónde sacan el coraje esas mujeres, para hacer esa vida? Las ladronas de joyas, o las espías. Hasta las mismas contrabandistas. Pero hacen otra vida. Más interesante. Porque eso es lo principal que la gente te vea pasar y diga «qué interesante es esa mujer… quién sabe quién es…»

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Programa 5 – 19 de abril 2014

140419

 

 

“Mi tío Jack” de Charles Bukowski.

mi tío Jack
es un ratón
es una casa en llamas
es una guerra por comenzar
es un hombre que baja por la calle
con un cuchillo en la espalda

mi tío Jack
es el muelle de Santa Mónica
es una almohada azul polvorienta
es un perro blanco y negro escarbando
es un hombre manco encendiendo un cigarrillo
con una sola mano.

mi tío Jack
es un pedazo de la tostada que se quemó
es el lugar donde olvidaste buscar las llaves
es el placer de encontrar tres rollos de papel higiénico en el ropero
es el peor sueño que tuviste y que no podés recordar.

mi tío Jack
es el petardo que cayó en tu mano
es tu gato atropellado a las 10:30 de la mañana
es la generala que ganaste en el estacionamiento de Santa Anita
es el hombre por el que tu mujer te abandonó aquella noche en la habitación de un hotel barato

mi tío Jack
es tu tío Jack
es la muerte llegando como un tren de carga
es un payaso de ojos tristes
es el eje de tu auto y las uñas de tus pies y el grito de la montaña más grande
ahora.

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Poesía – Historias mínimas

Poesía (Shi). Lee Chang-dong. Corea del Sur, 2010.

Una cigarra verdosa
Siempre escucho el sonido
de una cigarra
que sale de tu espalda.
Llora, frotando sus ojos.
Como la mancha del último verano
que ni se olvida ni se desvanece
de las yemas de mis dedos,
la cigarra llora en tu espalda.
Así también lloro yo
frotando mis alas.

Poema leído en la película “Poesía”. Al final de la lectura el poeta aclara: “Buscando su pareja, la cigarra llora todo lo que puede durante unos días, como si quisiera destruir el verano. Me pregunto si yo podría hacer lo mismo. Vivir tan apasionadamente como la cigarra. Ese pensamiento me acompaña.”

Hace 50 años un profesor le dijo a Mija: “Muchacha, serás poeta algún día”. Ahora y con 66 años ese recuerdo es el que la empuja a tomar la decisión de inscribirse en un taller de poesía en el centro cultural del barrio en el que vive. Allí un cartel señala “Tú también puedes ser poeta”. Mija es una mujer adulta que cuida a un nieto adolescente y que un par de veces por semana atiende a un hombre con el cuerpo semiparalizado. Mija es una abuela. Mija es una mujer. Mija es un ser humano sensible. Mija está en permanente búsqueda. Una búsqueda apasionada que se confunde con la vida. Hay una pregunta que atravesará toda su existencia actual, una pregunta sincera, honesta, que la lleva a caminar como poseída por ese pueblo de Corea del Sur en el que vive: ¿Cómo puedo escribir poesía? Un poema sólo. Al final del taller todxs deberán escribir un poema. Un poema que redima a la niña que lleva adentro. A esa muchacha que será poeta. “Poesía” es el recorrido de una niña que sufre. Es el río, siempre el río que fluye y atraviesa dos vidas. Las determina. Las habita.
Yun Jung-hee es una leyenda de la pantalla en su país —más de 330 películas a sus espaldas y 24 galardones a la mejor actriz— y que había estado alejada de las cámaras durante más quince años, viviendo en París junto a su esposo. Regresa con este papel pensado especialmente para ella según el director y guionista de la película Poesía del año 2010, Lee Chang-dong. Guión que se llevó el premio en Cannes. La maravillosa y bellísima Yun encarna a Mija Yangse, esta mujer curiosa y llena de vitalidad que comienza a olvidar palabras y que vive junto a su nieto en una pequeña localidad coreana cercana al río Han. La imagen del río da inicio a la película. Allí, flotando en sus aguas, unos niños descubren el cadáver de una chica que se ha suicidado. Este hecho signará la vida de Mija en esta etapa de su vida. Una tragedia que la vincula a su nieto de una manera que ella no puede comprender. “¿Por qué lo hiciste?” será el único grito que su boca exhale dirigido a ese nieto preso no sólo de la adolescencia -sino y fundamentalmente- de una subjetividad producto de las actuales sociedades. Otro acontecimiento, además, transformará a la mujer cuando se entere que sus extraños olvidos se deben a que sufre el mal de Alzheimer. “El tiempo pasa y las flores se marchitan”, escribe Mija en su libreta que la acompaña permanentemente: mientras emprende largas caminatas, mientras viaja en colectivo, mientras se sienta en la vereda a observar los árboles. En una escena la vemos cantar en un Karaoke: “Quitarme el vestido de cariño, y beberme el vaso del olvido”. ¿Mija realmente se bebe ese vaso? Tal vez es el único personaje empeñado en recordar. Pero no por la fuerza. En ese andar pausado y musical que la acompaña, Mija narrará el momento más hermoso de su vida ante la clase, entenderá que las manzanas son mejores para comerlas que para mirarlas, interpretará el canto de los pájaros y sus exigencias, conocerá porqué las camelias son flores de invierno y de dolor, sabrá que los duraznos que se caen saben mejor porque son capaces de iniciar una nueva vida aún pisoteados y aplastados. Descubrirá al fin la respuesta a su pregunta: sólo viviendo, sólo sintiendo en el cuerpo ese vivir, sólo con el corazón, se puede escribir poesía. No existe tal cosa como la inspiración poética. ¿Para qué aprender poesía entonces? Pues para vivir. Mija así lo hace, hasta los últimos andares del río que fluye, donde se produce la belleza de un encuentro con el cuerpo de un poema. El suyo: una elegía a la niña muerta qué comenzará con estos versos:
¿Cómo es allí?
¿Cómo de solitario?

Historias mínimas, Carlos Sorín. Argentina, 2002.
“Historias Mínimas” de Carlos Sorín se centra en el detalle, en un instante que debemos observar. Tres personas se encuentran en camino hacia una ciudad donde hay un poco más de posibilidades que las que les da su pueblo y su vida. Los tres esperan hallar y lograr algo en Puerto San Julián, en la provincia de Santa Cruz, y por eso deciden salir con lo poco que tienen a hacer la ruta. Casi un acto de última esperanza.
Roberto (interpretado por Javier Lombardo), por un lado, es un vendedor viajante que se enamoró de la viuda de uno de sus clientes. Por el cumpleaños del hijo de esta mujer, decide llegar de sorpresa con una torta como regalo. Hace lo imposible para lograr la torta perfecta: va de pueblo en pueblo remendando los posibles errores de su regalo. Tiene que ser perfecto. Es un gran día para él. Pero cuando llega a la casa de esta familia, los ve junto a un hombre y, ya tirado en una cama de hotel barato, rompe la torta y en calzones y echado se come un pedazo mientras mira un programa de televisión.
María Flores (interpretada por Javiera Bravo) es la esposa de un vigilante de estación que ha mandado numerosas cartas para participar de un concurso televisivo de San Julián en el que sortean electrodomésticos de baja gama. Finalmente sale sorteada, y decide abandonar el puesto que estaba cuidando por unos días hasta que su marido vuelva (y no se sabe si este hombre vuelve), y hacer los 300 kilómetros con su bebé a cuestas para participar por una multiprocesadora, premio que no podrá usar porque no tienen luz.
Don Justo Benedictis (Antonio Benedicti) es un anciano al que le ha quedado el título de dueño del ramo generales “California” de Fitz Roy, que administran su hijo y nuera. Solo, pasa las horas de su vida sentado contra la pared del negocio, el mate a la par, oteando la ruta y esperando a algún viajero que pare un momento para charlar. Un colectivero le comenta que ha visto en San Julián a su perro, el Malacara, en el galpón de vialidad en la entrada de la ciudad. Su perro se había ido tres años atrás, ofendido porque el anciano había atropellado a un hombre y lo había dejado en la ruta. En contra de su hijo, que le dirige la vida, se escapa de noche con algunos ahorros del negocio y, caminando, quiere llegar a San Julián. En el camino lo levantará una bióloga y luego Roberto. A ellos y a todos les pide que por favor no le digan a su hijo que él ha pasado por allí.
Finalmente Roberto se decide a hablar con la mamá del cumpleañero y la visita en su local. Descubre que ella hubiera apreciado su visita, que el hombre era su hermano y que en pocos meses tendría también el cumpleaños de ella para recordar. María Flores participa del concurso junto a dos mujeres más. Gana la multiprocesadora, pero una de las concursantes le regatea el premio por el que ella obtuvo: un set de cosméticos y algo de dinero, que opta por tomar. Don Justo se encuentra con Malacara. Se reconocen y el anciano espera su perdón, un perdón que termina por comprarse, tras la intervención de un correntino trabajador de vialidad que ayudó a Benedictis a recuperalo.
Estas tres historias suceden en pocas horas en un páramo muerto de algún lugar olvidado de la Argentina, donde parece que nadie habita y que nadie tiene nada que contar. Y Sorín cuenta apenas sus anécdotas, sobre todo sus anécdotas, en un gesto por rescatarnos de los grandes relatos y por llevarle un poco de humanidad al cine. La mayoría de los intérpretes no son actores profesionales, pero lo que podría perderse se recupera al recuperar su capacidad de asombro, que es lo que nos hace falta. Al menos creo que eso es lo que nos cuentan las historias mínimas: encontrar en los pequeños detalles, en el momento, un poco de luz, un hilo del cual tirar para encontrarnos, conmovernos, hilvanar nuestras propias cotidianeidades -que creemos a veces tan poco interesantes- con un perro que se nos fue cuando ya nada nos quedaba, con un amor que “quizás” cuando parece que eso no es posible, con un viaje inesperado con la promesa de un premio, cuando creemos que esas cosas no nos pasan a nosotros. Un poco de esperanza en un 2002 argentino que vio caer muchos sueños, todos venidos a menos, mientras unas pocas de esas historias que se creen interesantes se seguían contando, como si esas grandes historias son lo único que nos merecemos y a lo que debemos aspirar.

Escenas – Tacones lejanos

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“Ha sido muy duro llegar hoy aquí, pero ahora me alegro. Esta noche mi única hija duerme en la cárcel, y no importa lo que haya hecho. Como cualquier madre, mi corazón está destrozado. Con vuestro permiso me gustaría dedicarle la primera canción”. (“Piensa en mí”, Luz Casal)

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Becky del Páramo. En «Tacones lejanos» de Pedro Almodóvar.

19 de abril de 2014 – Programa 5

Parte 1:
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Parte 2:
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Parte 1:
Fragmento de «Nada se opone a la noche» de Delphine De Vigan.

The Cranberries – Ode to my Family

Película: Le Skylab (Julie Delpy)

Madness – Our House
Joy Division – Love Will Tear Us Apart

Fragmento de «El que tiene sed» de Abelardo Castillo.

The Wallflowers – I’m Looking Through You [The Beatles]

«Mi tío Jack» de Charles Bukowsky.

Pez – Después de todo somos eso que ya no se puede ver
Spinetta y los Socios del desierto – Espejo en una sombra
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Biopic: Juliette Lewis.

Juliette Lewis – Hard Lovin’ Woman

In a world: películas religiosas.

Johnny Cash – Personal Jesus [Depeche Mode]
Nirvana – Jesus Doesn’t Want Me for a Sunbeam
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Parte 2:

Eric Clapton – Lay Down Sally

Película: August: Osage County (John Wells).

The Ramones – We’re a Happy Family

«Todos los hombres el rey» de Robert Penn Warren.

Morrissey – Break Up the Family


«Acerca de los tiempos» de Susana Thénon en «La morada imposible II».

Beck – Everybody’s Gotta Learn Sometime [The Korgis]
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«Se habla de Gabriel» de Rosario Castellanos en «Poesía no eres tú».

Andrea Echeverri – A Eme O

Los caprichos de la semana: Agenda cultural.

Björk – It’s Oh, So Quiet

«Destino» de Rosario Castellanos en «Poesía no eres tú».

R.E.M. – Everybody Hurts

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